La fimosis (del griego phimos φῑμός) es un trastorno del pene debido a la estenosis del orificio prepucial que impide la salida del glande, activamente durante la flacidez del pene, o pasivamente durante la erección.
La fimosis es bastante frecuente, sobre todo en niños, antes de la adolescencia. Se estima que sólo menos del 2% de los adolescentes de 17 años padecen fimosis.
Suele tener varios grados, desde una estrechez dolorosa durante la erección que deja descubrir el glande, hasta una estenosis puntiforme que dificulta hasta la micción.
Se cree que la causa de la fimosis es congénita, pero también puede ser debida a retracciones forzadas del prepucio de los bebés durante su higiene por los padres, que crea anillos fibrosos en en prepucio y adherencias balanoprepuciales. En el 95% de los recién nacidos es difícil la retracción prepucial. A los 6 meses sólo el 20% de los prepucios son retráctiles, al año el 50% son retráctiles y a los 3 años el 90% son retráctiles.
En los adultos las causas de fimosis suelen ser la balanopostitis crónica o recidivante, sobre todo en diabéticos, balanitis xerótica obliterante y traumatismos (directos, actos sexuales violentos, manipulaciones urológicas).
Hay que diferenciar la fimosis de la parafimosis urgencia urológica producida por la inflamación o edema del prepucio, que impide el recubrimiento del glande tras su retracción forzada y que produce una constricción o estrangulamiento del glande por un anillo del prepucio que se ha retraído, con riesgo de necrosis del glande, que puede ocasionar su pérdida. Es relativamente frecuente en adultos con sondaje urinario y en niños tras sus primeras manipulaciones peneanas